Descripción enviada por el equipo del proyecto. El principal objetivo del proyecto fue cumplir el deseo de la familia de concebir un espacio donde pudieran recibir a sus amigos y familiares para continuar con la tradición de reunirse mes a mes. De esta manera, su antigua residencia se hizo demasiado pequeña para tales eventos, y aprovecharon el cambio de dirección para crear una residencia exclusiva para reuniones. El proyecto, ubicado en un sitio de 260 metros cuadrados, fue diseñado para promover la apertura de la planta baja, creando espacios habitables y áreas para contemplar la naturaleza.
Dos habitaciones están colgadas sobre el espacio abierto como 2 nidos de pájaros. Estos nidos descansan allí en un entorno confortable, similar al de un resort. La casa es encantadora con flujos de naturaleza y luz del sol. Mirando hacia la sala de estar hay un gran jardín, un espacio de adoración, donde la luz del sol atraviesa los coloridos paneles de vidrio, creando una sensación de serenidad.
El propósito principal de este lugar es llevar a cabo las tradiciones y eventos familiares, como el culto a la adoración de los antepasados y la vinculación familiar y de amistad. A lo largo del desarrollo del concepto, se formó la idea de una "casa de banquetes". En este modelo de construcción, típico de las minorías étnicas de la meseta central de Vietnam, la casa está organizada longitudinalmente, como un edificio largo y estrecho, con una sola habitación, en la que las habitaciones están construidas con madera recuperada y particiones decorativas en las paredes. Las dos habitaciones son como dos nidos de aves que abren brechas de sol y viento y parches verdes flotantes. El suelo es un espacio abierto, sin puerta, en contacto directo con condiciones externas naturales, rodeado de vegetación. Todo el espacio terrestre está en contacto directo con el sol y la lluvia todos los días.
Con esta disposición espacial, los propietarios disfrutan saludando la mañana y barriendo el patio o regando las plantas... actividades que antes eran inimaginables para los clientes, y que ahora lo hacen con gran alegría, convirtiéndose gradualmente en una especie de ritual. La planta baja abierta se convierte en un espacio versátil. No es solo un lugar de culto y adoración, sino también un patio de recreo para niños, familiares y amigos; todas las tardes el dueño hace que sus amigos vengan a jugar ping-pong; y por la noche, a compartir un trago.
Después de un tiempo, los propietarios ya no refieren este lugar como una "casa de banquetes". Ahora lo llaman "nuestro hogar" y orgullosamente dijeron: "Mi casa es muy brillante por la mañana, estamos pensando en mudarnos aquí. Ah, qué lindo, y los ancestros tienen suficiente espacio para darles la bienvenida a todos sus hijos este Tet" (fiesta tradicional del Año Nuevo Lunar en Vietnam).